que de niña un día soñé tener.
Cuervos rondan mis pasos
en un desierto que va desapareciendo a mi espalda
Pero sé que cada cual tiene su compañero tras el horizonte
de un caluroso monte.
Hoy intentaré encontrarla pues
caminaré hasta donde mis pies me lleven.
Caminaré hasta desgastar las suelas de mis botas
Caminaré hasta que los suspiros de soledad dejen paso a una nueva compañía,
hasta darme cuenta que estos momentos ya no hieren.
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