Hace algún tiempo...

Hace tiempo que no siento de una caricia del amago de un amor, no soy capaz de olvidarme de tu sonrisa, de tu olor, de hecho de tu calor, del roce de tu piel… No hay quién me haga olvidarme de ti, cada día que pasa más honda se clava la espina de ése día. Quisiera borrarte de mi corazón y no echarte de menos al llegar la noche ni al mirar al cielo estrellado. Sé que soy culpable de mi suerte pues siempre fui presa de los tortuosos resultados que ella me deparaba, quise llorar en mi arrepiento para que las lágrimas crearan un lago en el que tu pudieses surcar para encontrarme de nuevo en la orilla, pensativa, melancólica, con lágrimas en los ojos y gritando tu nombre…
Y ahora día tras día siento aún ese rescoldo, ese amago de amor, esos entrañables momentos que pasábamos juntos…
Un día levanté la cabeza sobre los hombros para apreciar la brisa en mis mejillas, entonces ese día descubrí la libertad de la mano de un atardecer lluvioso a los pies de un lago situado en el corazón de un hermoso parque en las entrañas de una gran metrópolis. Allí me quedé pensando en la vida, pensando y cómo seguir adelante, aunque debo decir que ahora me siento recuperada, me siento capaz de alzarme entre el bullicio para gritar YA NO ME HACE FALTA TU ROCE PARA VIVIR, aunque eso sería engañarme, sería envolver a mi corazón con paños de algodón en los que entre las fibras se pueden hallar crueles imperdibles que se clava entre los caudales de mi corazón para llegar hasta los pulmones y dejarme sin respirar…
Pero yo sé que ello un día acabará, que un día no sentiré de nuevo ese resquemor, que me despertaré y ya no habrá en mi memoria vestigios de tu sonrisa, o de tus palabras; y con certeza estoy convencida que ese amanecer pronto llegará, ahora disfruto de seres pues semejantes a mí, que me comprenden, que comparten mis alegrías y mis penas, que están allí al otro lado del puente y que nunca dejarán que pueda ahogarme sola en éste mar de dudas…¿será pues con tu ayuda el final de una larga historia de hastías y dolorosas epifanías?